viernes, 28 de agosto de 2009


Hoy puedo entender que las cosas no terminan, solo cambian de forma con el tiempo. Que lo más importante que tenemos suele ser aquello que no podemos ver a simple vista, eso que no podemos tocar, solo sentir; el alma y la memoria. Es ahí donde almacenamos todos esos recuerdos que vamos recogiendo a lo largo de nuestra vida. Es ahí donde nos seguimos encontrando, donde todavía somos chicos, jóvenes, felices, amigos, hijs os, hermanos. Máallá de que en el tiempo real todo eso ya no nos pertenezca. Somos dueños de todos esos recuerdos, y con nuestro poder de imaginar, jugamos a que todavía somos eso que queremos ser. También pude entender que cuando uno sufre la pérdida de una persona clave en su vida, el dolor permanece, tarda en irse, y que necesitamos tiempo, es necesario que nos den tiempo.

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